La fabricación de un buen vino no solo consiste en plantar las semillas y esperar para recoger los frutos, sino que se trata de un proceso de mimo y cuidado prolongado en el tiempo.
Por eso, aunque las viñas son una planta muy agradecida, para obtener un producto de calidad y una buena producción, es fundamental prestar la atención básica y llevar a cabo los trabajos requeridos por tu plantación durante todo el año.
Como has podido descubrir en nuestro blog, Bodegas y Viñedos Amaró está afincado en un enclave idóneo para la fabricación y producción de los mejores vinos, la Milla de Oro de la Ribera del Duero, pero esto no es suficiente. Aunque el suelo y el clima juegan un papel importante en el desarrollo y las características de nuestra cosecha, si no se realizan los cuidados pertinentes, nada tendría sentido.
En este post te ayudamos a descubrir cuáles son las principales tareas que debes llevar a cabo en tu plantación para que goce de buena salud.
Poda en seco
Con la venida del invierno llega el momento de cortar tus viñas. La poda en seco es una labor que se lleva a cabo una vez al año, durante los meses de enero o febrero, para dar consistencia a la cepa y seleccionar los sarmientos de mejor calidad para que la planta centre sus esfuerzos en ellos. Esta tarea también es importante para facilitar las laboras de labrado del suelo.
Espergura
Una vez que hayas realizado una correcta poda en seco, la primavera hará que comiencen a aparecer los nuevos brotes verdes. Y ahí es donde cobra vital importancia la espergura. La espergura es el proceso de limpiar las viñas. Un trabajo que consiste en eliminar todos los brotes que han aparecido en el tronco, los brazos y en los pulgares o varas y no interesan. Es importante realizar una correcta limpia para evitar la modificación del aspecto de tu cepa y una posible afectación por el consumo excesivo de energía y humedad de los nuevos brotes. Asimismo, a través de la espergura se busca definir las yemas que se dejan en invierno y mantener la formación del viñedo. No debes olvidar que durante los meses de abril y mayo es el mejor momento para remover la tierra.
Desniete
El desniete es una práctica que desarrolla el equipo de campo en el viñedo para evitar la masiva ramificación de los sarmientos y consiste en la eliminación manual de los brotes secundarios. Su finalidad es favorecer la correcta maduración de los racimos y dar a las viñas una mayor aireación.
Despunte
El despunte de la vid consiste en suprimir la extremidad de los pámpanos o ramas, es decir, en recortar los sarmientos de la cepa. De esta forma, se limitan los sarmientos de más vigor y se favorece el crecimiento de los más atrasados. El objetivo principal del despunte es limitar la longitud de los sarmientos para así favorecer el engrosamiento de la uva. Se suelen cortar a una distancia parecida en todas las cepas para favorecer el trabajo de campo.
Sin embargo, no todo depende del factor humano. A medida que crece el fruto, es habitual tener que enfrentarse a pájaros, insectos y plagas. Para evitar las picaduras de las aves puedes utilizar papel de estraza para rodear tus racimos o dejar algún racimo libre para llamar su atención. En caso de plaga de insectos o de hongos es fundamental tomar las medidas necesarias y actuar con antelación para que no se pierda la cosecha y que podamos tener unos frutos de calidad.
Llevar a cabo todas estas acciones y cuidados es importante para tus viñas y tu producción de vino, pero también para la naturaleza. Realizar esta serie de tareas favorece la reducción del uso de tratamientos químicos y contribuye directamente a la sostenibilidad de este tipo de explotaciones.
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