Sabemos que cada vez que descorchas una botella de vino es porque quieres disfrutar de un momento especial en la mejor de las compañías o contigo mismo, pero la velada no siempre dura lo suficiente como para acabar todo el caldo. Por eso, desde Bodegas y Viñedos Amaró, queremos ayudarte a descubrir cómo se puede conservar el vino, una vez abierto, para que aguante el mayor tiempo posible sin perder todas sus propiedades.
Bien es cierto que los buenos vinos mejoran con los años, siempre y cuando se mantengan y almacenen en unas condiciones óptimas, pero esto no sucede una vez abierta la botella. Cuando retiramos el corcho, el vino sufre una alteración drástica de sus propiedades, provocada por el contacto directo con grandes cantidades de oxígeno, lo que se traduce en un rápido deterioro de su sabor.
No obstante, la vida del vino, una vez abierta la botella, varía según su tipología y edad. Los vinos blancos correctamente tapados duran más que los vinos tintos, los vinos ligeros duran más que los tánicos y los vinos más jóvenes se conservan mejor que los vinos viejos, pero no todo es fruto de la naturaleza. Aquí te dejamos una serie de consejos y recomendaciones que debes conocer para alargar la vida útil de tu vino.
Para conservar el vino, , recuerda que no se debe mantener el vino bajo la exposición directa y prolongada del sol. Por eso, si sabes de antemano que no vas a terminar la botella, opta por verter el vino en una jarra o un decantador y tapar y guardar el resto en la nevera. La refrigeración puede provocar la pérdida de cualidades, pero, si lo mantienes a temperatura ambiente, puede perder muchas más. Otra buena opción es almacenar el vino es una zona fresca de la casa, siempre y cuando la temperatura no supere los 22°C.
Ya sea en la nevera o en cualquier otra parte, es recomendable mantener el vino en posición vertical y sin demasiados movimientos para evitar que el cuerpo sufra una mayor oxigenación y, por tanto, un mayor deterioro.
Otra alternativa a la hora de conservar el vino, una vez abierta la botella, es utilizar una botella más pequeña. Para ello, debes verter el vino restante en una botella de menor capacidad, procurando que quede llena, y taparla de tal modo que apenas quede un dedo de aire entre el tapón y el caldo.
Todos estos consejos de almacenamiento deben ir acompañados de un correcto cerrado. Por eso, si no es posible volver a utilizar su propio corcho, existe una gran variedad de tapones de vino, disponibles en tiendas especializadas, a precios muy asequibles. Además, puedes encontrar herramientas como una bomba de vacío o un inyector de gas inerte destinadas a la extracción de aire y que minimizan la exposición del vino a la oxigenación.
Sigue todas estas instrucciones para poder disfrutar de tu vino después de haberlo abierto, pero no olvides que después de cinco días se habrá estropeado.
0 comentarios